¿Son mis brazos los que sueño
hacer daño a pedazos?
Me cuestiono si es mi piel,
reseca miel, herida o no.
Hoy se estrella la realidad
(¿es querella o la ansiedad?)
contra mi ser. No soy capaz
ya de correr sin ser falaz.
Con macabras ideas buenas
sin palabras ni condenas,
este mundo mío interno
nauseabundo cual externo
no me vale.
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