domingo, 15 de enero de 2017

Qué mierda le pasa a la gente.

Hoy me he resbalado en la calle y mientras mi pierna rozaba el suelo,
alguien pasaba por delante sin mirarme.
Me ha dolido más la indiferencia
que la rodilla.

Me lavo las heridas con lejía
porque no quiero que nadie las lama
porque cualquier dolor de piel hacia fuera es dulce y agudo
y distrae del que me late dentro.

Hoy hace varias noches desde aquella que fue la primera en que no te llamo.
Todas pesan un poco más.

*   *   *

No conozco otro modo de estar sin ti que no sea esperarte,
aunque no llegues nunca.

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